1324: Fundación aproximada de Tzintzuntzan
1400: Muerte de Tariácuri
1522: Llegada de los españoles
1529: Termina la conquista del territorio de Michoacán
1534: Se le otorga el título de Ciudad de Michoacán
1539: Pierde su poderío político económico
1839: Por Ley Territorial pasa a formar parte como tenencia del municipio de Quiroga
1861: Se le otorga el título de Ciudad Primitiva
1930: Se constituye en municipio
La primera referencia de la existencia de vestigios arqueológicos en Tzintzuntzan se remonta a 1855, cuando Beaumont destaca lo que fueron los principales asentamientos purépechas: Pátzcuaro, Tzintzuntzan e Ihuatzio.
En 1930, Caso y Noguera realizaron la primera excavación en Tzintzuntzan. Sus resultados no fueron del todo favorables, debido a la escasa formación de suelo, lo que se traduce en una enorme dificultad para identificar las capas estratigráficas que nos muestren la secuencia temporal de los restos arqueológicos y de las ocupaciones.
En 1937 dió inicio una serie de once temporadas de trabajo en la zona arqueológica, teniendo como principales objetivos la limpieza, la consolidación y la reconstrucción de los elementos arquitectónicos, así como la realización de investigaciones paralelas. Esa primera intervención se llevó a cabo bajo la dirección del doctor Alfonso Caso, quién exploró la yácata número 5 y consolidó el lado norte y la esquina noroeste de la misma estructura.
La segunda temporada de trabajo fue en 1938, dirigida por el mismo Alfonso Caso con la colaboración de destacados investigadores como Jorge R. Acosta, Daniel F. Rubín de la Borbolla y Armando Nicolau. Los trabajos se canalizaron a la consolidación de las estructuras; se excavaron algunos entierros y se trató de definir la secuencia temporal de ocupación del sitio, a partir de excavaciones estratigráficas. Se limpió una parte del cuerpo semicircular de la yácata 5. Fueron encontrados los cimientos del edificio A (elemento colonial) y se descubrió el edificio B.
La zona arqueológica fue abierta al público al finalizar los primeros trabajos de restauración y consolidación, a finales de la década de los 30.
En la tercera temporada dirigida por De la Borbolla en 1940, se terminó de consolidar y reconstruir la yácata 5 y se excavaron los edificios B y C. En 1942, el mismo Rubín de la B. y Ramón Galí efectuaron la cuarta temporada de trabajo cuyas metas fueron realizar un levantamiento topográfico detallado de la yácata 5 y hacer pozos estratigráficos como apoyo para los estudios de la cerámica local.
En los años 1943 y 1944 Rubín De la Borbolla dirigió la quinta temporada, con la finalidad de conocer los diferentes tipos de enterramientos y las ofrendas asociadas a ellos. En la sexta temporada, llevada a cabo en 1946, De la Borbolla, exploró el cuerpo rectangular ubicado entre las yácatas 4 y 5.
La séptima temporada se llevo a cabo en 1956 bajo la coordinación de Rafael Orellana, quien consolidó parte del cuerpo rectangular de la yácata 1, excavó tres pozos logrando detectar algunos entierros.
En los años de 1962 y 1964, el doctor Piña Chan intervino en la zona reconstruyendo y consolidando el frente de la yácata 1, el muro de la gran plataforma y las nivelaciones que daban acceso al sitio ubicadas al noreste de dicha plataforma. Se descubrió un cuarto colonial (edificio D), se continuo la exploración del edificio B detectándose un altar en el exterior y se excavó la yácata 5 para definir el sistema constructivo.
En la novena temporada (1968) dirigida por Piña Chan, se exploró el Barrio de Santa Ana localizado enfrente de las yácatas sobre la ladera noreste del cerro Tariácuri, se reconstruyeron los cuerpos escalonados de las yácatas 1 y 5 así como las caras oeste y sur de la Gran Plataforma y se trataron de reconstruir las nivelaciones y escaleras que daban acceso al centro ceremonial.
Entre 1977 y 1978 Cabrera, cumplió con la décima temporada de exploraciones en Tzintzuntzan. Los esfuerzos fueron canalizados a dos áreas: la ceremonial y la periferia. Se continuó la exploración de las yácatas 2 y 3 y de una porción del edificio B; también se descubrió un elemento arquitectónico al que llamó edificio E que considera tuvo como función principal el almacenaje. En las inmediaciones del centro ceremonial excavó una unidad habitacional y lo que parecía era un taller de obsidiana.
La última temporada de exploraciones en Tzintzuntzan estuvo a cargo de Efraín Cárdenas en 1992. En esa oportunidad se liberó y restauró la cara noreste de la gran plataforma, así como la esquina norte de la misma. También se construyó el museo de sitio que funciona como tal desde entonces.